¿Cuál es el precio por m2 de una fachada con SATE?
El sistema SATE (Sistemas de Aislamiento térmico por el Exterior) está cobrando cada vez más protagonismo en aquellas viviendas que buscan un buen aislamiento tanto acústico como térmico. Se trata de una opción con grandes ventajas en cuanto a ahorro energético, lo que ha llevado a que sea cada vez más utilizado en obra nueva y en edificios rehabilitados.
En concreto, este sistema utiliza un material aislante que se adhiere al muro tanto mediante un material adhesivo como por fijación mecánica. Todo ello también supone un ahorro energético y económico, ya que el SATE limita los puentes térmicos en el edificio y, en consecuencia, reduce las pérdidas de energía, pero ¿sabes cuánto cuesta su instalación?
Precio del SATE: ¿cuánto cuesta el m2 y qué factores influyen en él?
A la hora de decidirse por instalar un aislamiento con sistema SATE es importante conocer el precio que puede costar según el tamaño de la vivienda. No obstante, este no es el único factor que influye en el coste final que deberás asumir si te decides por este sistema. El tipo de material utilizado y su calidad son datos importantes, pero tampoco podemos olvidarnos de la ubicación del proyecto y de su complejidad.
Lo habitual es que un m2 de SATE oscile entre los 60 y los 150 euros con un espesor entre 60 mm y 100mm, ya que dependen del espesor y el material aislante utilizado. Se trata de una variación amplia en el precio en la que también influye, como no podía ser de otra manera, el tamaño del espacio a cubrir. A la hora de instalar el SATE, es importante tener en cuenta que hay unos gastos fijos que saldrán más económicos cuanto más espacio quieras cubrir, ya que el reparto de estos sobre cada m2 afectará menos al coste de cada uno de ellos.
¿Cómo afecta el espesor en el precio?
Parece obvio que no es lo mismo contar con un panel de 5 cm de espesor que con uno de 15 cm, aunque lo más recomendable es que sea el propio técnico el que recomiende la mejor opción según el espacio. La zona geográfica, la orientación del edificio y las características concretas del lugar a aislar son especialmente importantes al tomar esta decisión.
En concreto, según el Código Técnico de Edificación (CTE), España cuenta con cuatro zonas diferenciadas con espesores recomendados distintos. Cuanto mayor sea la demanda de calefacción en invierno o de refrigeración en verano, mayor será el espesor necesario. Así, las zonas de alta montaña y el norte de España requieren de un espesor aproximado de 60mm, mientras que la zona sur y las islas necesitan cerca de 40mm. Por otro lado, la mayor parte de la Península Ibérica tendrá suficiente con 50mm y las zonas más secas del país podrán instalar unos 30mm.
A pesar de que la recomendación marque estos números, algunos casos específicos pueden requerir un mayor espesor para incrementar la eficiencia energética, por lo que es importante que personal especializado estudie tu caso concreto para recomendarte la mejor opción.
El acabado del material también afecta
El tipo de acabado final con el que cuenta el aspecto del SATE afecta de manera significativa en el precio/ m2. Esto hace importante conocer las características concretas de la obra antes de facilitar un presupuesto, ya que existen varias posibilidades que hacen cambiar el aspecto y carácter arquitectónico del edificio.
- Los revocos de distintas granulometrías son una opción conocida en el mercado, con múltiples diseños y texturas que permiten dar mayor o menor rugosidad a las superficies. Además, cuentan con la opción de crear interesantes efectos según la técnica aplicada, ya que pueden asemejarse desde a la piedra hasta a la madera o el hormigón.
- Los llagueados son un tipo de acabado que se crea en la misma obra para dividir la superficie de la fachada. Este solo se puede llevar a cabo en los sistemas en los que se puede hacer el fresado lateral y busca crear un diseño que imite sillares de gran tamaño.
- La proyección de áridos sobre revocos frescos también es una opción conocida, ya que los áridos quedan adheridos en el mortero del SATE. Se tratarán de una mezcla de piedras o, en algunos casos, también combinadas con vidrio y carburo de silicio.
- Otra opción a tener en cuenta son los aplacados, piezas rígidas con una aplicación más compleja. Pueden ser piezas de cerámica, materiales acrílicos que imitan la porcelana, mosaicos o gresites.
En cualquier caso, el acabado del SATE también puede complementarse con otros elementos decorativos que generen diseños personalizados. La ligereza de estos elementos facilita su instalación sin interrumpir la continuidad del sistema aislante. Por otro lado, también se puede utilizar pintura que proporcione efectos diferentes según su color o las herramientas con las que se aplique.
SATE vs otros sistemas de aislamiento: ¿por qué elegirlo?
El SATE ofrece múltiples ventajas frente a otros sistemas de aislamiento, sobre todo en términos de rentabilidad y durabilidad del sistema. Además, la calidad del aislamiento suele ser mejor a la que se puede conseguir con otros sistemas como el de aislamiento por el interior o el de cámara de aire.
Sistema de aislamiento por el interior
Los aislamientos por el interior no aseguran el mismo rendimiento térmico, ya que pueden quedar espacios sin aislar. Los sistemas como el SATE, que generan un aislamiento por el exterior del edificio, logran limitar mejor la pérdida de energía en los puentes térmicos. Además, actúa como barrera protectora ante factores climáticos adversos.
Esto se debe a que ayuda a mantener la temperatura de las paredes por encima del punto de rocío, por lo que se evita el exceso de humedad en el interior. Por su parte, aquellos sistemas que se encuentran en el interior suelen estar más expuestos a la condensación, además de reducir cierto espacio dentro del edificio al deberse instalar capas adicionales en el interior de las paredes.
Aislamiento por cámara de aire
El aislamiento por cámara de aire no asegura la inexistencia de fugas. Esto se debe a que es imposible conocer con exactitud la homogeneidad del aislante de la cámara, lo que podría generar pérdidas de calor adicionales. El SATE, al igual que ocurría en la comparativa con el aislamiento interior, minimiza estas pérdidas al actuar sobre la envolvente exterior del edificio.
Además, el mantenimiento del aislamiento de cámara de aire es más complejo que el del SATE, ya que requiere entrar a la cámara para realizar cualquier reparación o inspección. Esto debe unirse a la mayor libertad con respecto al diseño que favorece el SATE, con grandes posibilidades al hablar de texturas o de colores.
¿Y los precios? Comparativa entre sistemas
Es cierto que el SATE proporciona múltiples ventajas sobre otros sistemas de aislamiento, pero a lo mejor te estás preguntando si su coste también se eleva de manera notable. A pesar de que el precio del SATE sí puede ser inicialmente superior a las otras opciones nombradas, a la larga es más eficiente y económico al reducir costes energéticos, de calefacción y refrigeración.
Son precisamente estas ventajas las que se deben tener en cuenta a la hora de tomar una decisión sobre el tipo de aislante que se va a aplicar en el inmueble. El tratamiento de los puentes térmicos, la mejora del confort térmico y acústico o la mayor resistencia de la vivienda frente a agentes externos son datos a considerar cuando se estudia la inversión que se quiere realizar en estos sistemas.
En definitiva, los sistemas de aislamiento SATE pueden suponer una mayor inversión inicial, pero limitan los gastos a largo plazo. Esto los convierte en la opción ideal para aquellos que buscan mejorar la eficiencia energética de su vivienda.