Cómo modernizar la Fachada de una Casa antigua
Cuando los edificios tienen varias décadas es habitual que necesiten mantenimientos constantes, pero no suelen realizarse estos trabajos hasta que el daño se ha convertido en considerable. En este momento puede que se requiera pasar a la acción para renovar el revestimiento de las fachadas más antiguas, algo que también puede mejorar su confort térmico interior.
Una de las cosas más importantes es entender el estilo de la vivienda para evitar que, tras la reforma de la fachada, pierda su esencia. También es necesario conocer los permisos y licencias que se requieren al transformar cualquier fachada, por lo que te contamos todos los detalles que necesitas saber.
Opciones para renovar la fachada en una casa antigua
Las fachadas de las casas antiguas tienen que luchar contra enemigos como el sol, la contaminación, el viento y el agua. Esto hace necesario protegerlas también contra las inclemencias ambientales, para lo que se trabajará con materiales de calidad que estén en armonía con el entorno. Se puede arreglar y renovar una fachada de 2 maneras:
Pintura de fachadas
Decidir los colores y el tipo de pintura que se utilizará es el paso más importante en esta opción. Lo más común es pintar las fachadas en blanco, gris, marrón o azul, siendo este último especialmente habitual, pero también se puede aprovechar para darle toques en colores como el rojo o el amarillo. Además, hay 3 tipos de pintura con características diferentes:
- Pinturas acrílicas: suelen durar hasta 8 años y se aplican de manera sencilla
- Pintura Siloxane: es perfecto para combatir el moho y el agua, además de durar hasta 15 años. Se trata de la mejor opción para climas extremos, ya que es impermeable y autolimpiable
- Pintura Hidropolite: las fachadas de casas deterioradas requieren de este tipo de pintura, ya que no necesita imprimación. Puede durar hasta 12 años y se adhiere rápidamente, por lo que es perfecta para climas secos.
Aislamiento térmico para fachadas
Otra buena opción es aprovechar la modernización de la fachada para mejorar el aislamiento de la vivienda y con ello mejorar la eficiencia energética de la misma. Existen varios tipos de aislamiento:
- Fachadas ventiladas: consiste en cambiar el revestimiento original por uno nuevo compuesto por un muro de soporte, una capa aislante con cámara y revestimiento fijado con una estructura portante. Se trata de una opción muy eficiente que también evita la humedad y la condensación.
- Aislamiento interior: en el caso de que la fachada de tu edificio no pueda cambiarse por estar protegida, tendrás que aislarla por el interior inyectando polietileno expandido o colocando otro material como la lana mineral en el interior de las viviendas.
- Inyección de cámara: si la fachada cuenta con una cámara de aire es posible inyectar materiales en el hueco, lo que no reduce el espacio de las viviendas y es especialmente económico.
- Sistema de aislamiento exterior SATE: El sistema de fachadas SATE mejorará la eficiencia energética y el confort térmico mediante un proceso no demasiado complicado. Consiste en colocar un material aislante adherido al muro exterior para después cubrirlo con un revestimiento que permita renovar la apariencia total de la fachada.
¿En qué consiste el proceso de renovación de fachada con sistema SATE?
Como ya hemos nombrado, la renovación con SATE es un proceso sencillo que no requiere de muchos pasos para poderlo realizar con éxito. En concreto, hemos diferenciado 5 pasos a seguir:
- Estabilidad del soporte: en primer lugar, tendrás que comprobar con un martillo la estabilidad del soporte y la solidez de la fachada. Las partes que estén en mal estado se retirarán para dejar completamente preparada la superficie.
- Limpieza de la superficie: para eliminar cualquier resto, habrá que lavar con agua a presión de 200 bares y dejar que se seque.
- Aplicación de mortero: en caso de que se apueste por un SATE en base mortero termoaislante, este es el momento de aplicar el mortero y rellenar las juntas.
- Guías: es importante controlar el espesor y reglar la superficie, para lo que se utilizarán guías.
- Revestimiento: por último, se deberá dejar lisa toda la superficie y aplicar el acabado orgánico o mineral que dará el aspecto moderno al edificio. Consulta este artículo con los distintos tipos de acabados SATE.
Permisos y licencias para rehabilitación de fachadas
Es importante que, antes de que realices cualquier modificación o reforma de la fachada, consultes con el ayuntamiento de tu ciudad o pueblo para comprobar las licencias que debes solicitar. Para reformar una casa es necesario conseguir el permiso, siendo la rehabilitación de una fachada una obra mayor.
Lo habitual es que tengas que rellenar los formularios y presentar el proyecto de la obra, así como el presupuesto. Sobre este presupuesto deberás pagar una tasa de impuestos que en algunos ayuntamientos puede llegar al 2%, tras lo que se realizarán las inspecciones necesarias en un periodo que puede alcanzar las 6 semanas.
Lo más importante es conocer el Plan General de Ordenación Urbanística y el Plan de Conservación del Patrimonio, ya que es aquí donde se determinan las fachadas protegidas y si la reforma deberá respetar el aspecto original.