Sistemas para aislar una casa por el exterior
Uno de los problemas más frecuentes que pueden sufrir los propietarios de una vivienda es el aislamiento externo de su casa, sobre todo durante los meses de invierno y durante el verano, un elemento de gran importancia para evitar grandes cambios de temperatura en una vivienda y ahorrar en sistemas de calefacción y aire acondicionado, por lo que es necesario mejorar el aislamiento exterior de su casa.
Aislar el exterior de una casa nos va a permitir mejorar la eficiencia energética de nuestra vivienda y como consecuencia un ahorro económico en nuestro sistema de calefacción y aire acondicionado.
A continuación, te mostramos las mejores soluciones para aislar las paredes exteriores de una casa por fuera y cuáles son sus ventajas frente a un aislamiento interior. En cualquier caso, lo mejor es acudir a profesionales y consultar todas las dudas que se puedan tener.
¿Por qué es mejor aislar una casa por el exterior y no por el interior?
A continuación, vamos a explicar y entender las ventajas que tiene aislar una casa por fuera, pero también las desventajas que muestran los aislamientos interiores para poder compararlo:
Ventajas del aislamiento exterior
- Se eliminan los puentes térmicos. Los puentes térmicos pueden representar hasta un 20% de pérdida de calor del interior de los edificios, por eso, es tan importante eliminarlos para mejorar el aislamiento y desde el exterior se consigue.
- Mejora la eficiencia térmica. Al eliminar los puentes térmicos y otras fugas, se mejora enormemente la eficiencia térmica en cualquier época del año.
- No se reduce la superficie útil de la vivienda. Dado que todo el sistema de aislamiento se instala en el exterior del edificio, no se reducen los espacios del interior.
- No son necesarias obras. No hay derribos ni obras en el interior de las casas, por lo que las molestias para los habitantes son mínimas.
- Se evitan problemas de humedad. Al terminar con los puntos de fuga de calor, también se evitan problemas de filtraciones, condensación y otras posibles humedades.
- Se mejora la estética del edificio. Protege la estructura original, pero se pueden aplicar diferentes acabados que mejoran la estética exterior.
- Mejora es aislamiento de ruidos exteriores. Al aplicar diferentes capas de aislamiento, los ruidos del exterior disminuyen.
Desventajas del aislamiento interior
- Se reducen los metros útiles de la vivienda. Los sistemas de aislamiento que se realizan en el interior de las viviendas aumentan el grosor de las paredes unos 5 centímetros.
- Se debe hacer obra dentro de la vivienda. Los trabajos de derribo y apertura de paredes implican molestias a los habitantes de la vivienda.
- La eficiencia es menor que la de los aislamientos que se instalan en el exterior del edificio.
- La estética del edificio se mantiene. No se realiza ningún tipo de obra en el exterior del edificio, por lo que no se modifica para mejor la estética de la fachada.
- No garantiza la solución de problemas. Los puentes térmicos, las posibles fugas de calor y las pequeñas grietas o problemas que ocasionan humedades no quedan reparados por el exterior, por lo que no se puede garantizar que esos problemas se solucionen con un aislamiento desde dentro.
Sistemas para aislar una casa por el exterior
Para aislar una casa por fuera, existen dos métodos principales que deben ser valorados y aconsejados por profesionales tras estudiar cada caso individualmente:
Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE)
El SATE es un sistema que se basa en colocar planchas de material aislante en la parte exterior de la fachada mediante adhesivos y fijación mecánica. Posteriormente, se finaliza el aislamiento con un revoco con un acabado acorde a la estética que se desee.
Este sistema es muy eficaz para el aislamiento de una fachada. Sin embargo, su peculiaridad es que tiene menos complejidad técnica, pero requiere una mayor especialización porque el acabado final es prácticamente artesano. Esto hace que la estética sea mejor y más personalizable.
Aislamiento exterior con fachada ventilada
Este tipo de aislamiento consiste en colocar sobre la fachada exterior del edificio una capa aislante con una estructura metálica y puede ser rígido o semirrígido (normalmente compuesto por lana mineral).
Después, otra estructura metálica paralela sujeta una hoja de protección separada del aislamiento con una cámara de aire por donde circula el aire por convección. De esta manera, los agentes externos no inciden directamente sobre la fachada original.
Es un sistema de aislamiento muy eficaz, pero complejo de instalar por los anclajes que necesita para que el resultado final sea perfecto.